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Faber est suae quisque fortunae

El ritual en el templo hindú

El hinduismo proporcionó en los templos un nuevo marco organizativo pera el culto público, con una jerarquía de deidades, un gran espacio público y una clase sacerdotal muy definida. El culto se desarrollaba dentro del entorno institucional del templo, situado principalmente en un contexto urbano, aunque se construyeron una buena cantidad de templos muy importantes en puntos remotos que prosperaron gracias a las peregrinaciones.

Es fundamental para el culto en el marco del templo la realización de puja, adoraciones rituales que consisten en hacer ofrendas como muestra de veneración y adoración a la deidad. Todos los rituales sacerdotales deben ir acompañados de la recitación de fórmulas (mantras) y sílabas simbólicas (bija), y también de gestos (mudra). Complacer a los dioses de ese modo proporciona acceso a la gracia divina, beneficiosa tanto al fiel a título individual como para la sociedad en su conjunto. La función más privilegiada dentro del templo es la de realizar las puja, realizadas históricamente por la casta más elevada, la de los sacerdotes brahmanes, hombres cuyos antepasados eran los portadores de los conocimientos védicos y que aún hoy aprenden el ritual del conocimiento por vía oral mediante clases en el templo. Los brahmanes educados así dedican sus vidas a servir a la deidad y tienen derechos hereditarios para realizar las puja. Ellos son los guardianes de la puerta y las llaves de la cámara en que se halla la deidad, y sólo ellos disponen de acceso libre a la imagen, especialmente en los momentos más íntimos del día, como las horas de despertarla, bañarla o vestirla.

Izq.: Lińga y Yoni en Pashupatinath, Kathmandu, Nepal

Drcha.: Una mujer toca a la deidad a la entrada del templo, India

Las pequeñas imágenes portátiles se envuelven en telas selectas y un sacerdote de alto rango se desplaza en círculos rituales (pradakshina) por el recinto del templo, llevándolas en las manos. En las festividades importantes se instalan en palanquines o carros del templo, para transportarlas más allá de los límites del recinto sagrado y dar bendiciones por el camino.

La búsqueda de la unión con la divinidad se denomina bhakti, literalmente "ser partícipe del dios". Ello denota una devoción activa y afectuosa a un dios personal. Darshana (ver) hace referencia a la capacidad del fiel de ver lo divino en una imagen religiosa, un concepto tan básico en la adoración que un hindú que va al templo a hacer una puja no dice nunca que va a adorar a la deidad, sino que va a verla (darshana). El beneficio de conseguir el contacto visual con la presencia viviente de la deidad es la bendición o gracia que el dios concede al devoto. Los devotos hacen cola durante horas para tener la oportunidad de ir desfilando ante la imagen de culto y conseguir, durante unos segundos, el contacto visual con la deidad.

Izq.: Lińga con cabeza de Śiva (ekamukhalińga), Udaygiri, Cueva nº 4, India

Drcha.: Ofrendas y oraciones en un altar público de una plaza de Bhaktapur, Nepal

Los pasos básicos en la puja diaria (nityapuja) hindú son: primero, el rito de purificación (shuddhi) para preparar tanto a los fieles como el lugar de adoración para recibir la visita divina; segundo, la invocación (avadana) del dios para que ocupe la imagen; y tercero, las ofrendas para honrarlo. Los devotos celebran el momento en que baja y ocupa el icono con ofrendas para complacer sus cinco sentidos, por ejemplo, pétalos y guirnaldas de flores perfumadas, redobles de campanas y encendido de lámparas, así como recitación de mantras y otros textos sagrados. Los poemas, las canciones y las danzas son también propias de este momento acompañadas de los músicos del templo.

La adoración diaria (nityapuja) de la imagen principal de un templo se realiza seis u ocho veces, en función de la riqueza del templo. El horario habitual es:

  • 5.00 h.: se despierta a la deidad (labor exclusiva de los sacerdotes brahmanes)
  • 6.30 h.: adoración al alba
  • 10.30 h.: adoración del mediodía
  • 16.30 h.: adoración de la tarde
  • 19.30 h.: adoración de medianoche
  • Hasta las 22.00 h.: adoración en la cámara del dios (labor exclusiva de los sacerdotes brahmanes)

Izq.: Ofrendas y oraciones en un altar público de una plaza de Bhaktapur, Nepal

Drcha.: Puja en un templo hindú, India

Cada puja consta de etapas definidas que consisten en una serie de ofrendas y servicios realizados por los sacerdotes hacia la deidad: se le ofrece un asiento (acana), se invoca su presencia (avadana), se instala y consagra la imagen (sthapana), entra el espíritu del dios en ella (sannidhana), se invoca el lugar específico donde va a instalarse (sannirodhaha), se lavan los pies de la imagen (padya), se recitan mantras (acamaha), se le ofrece agua (arghya), se baña o se lustra la imagen (abhisheka), se la viste (vastraveshtana), se unge con pasta de sándalo (gandham), se le ofrecen flores (angabhushana), se queman incienso y alcanfor (dhupa-dipa), se le ofrecen alimentos (naivedya) y se le hacen sacrificios (bali). Los más importantes de todos esos procesos son el del baño (abhisheka), el uso de una llama para quemar incienso (dhupa-dipa) y la ofrenda de comida (naivedya). Aparte de los rituales del inicio y final del día, relacionados con las acciones de despertar y acostar a la deidad, los demás servicios son actos públicos de culto, abiertos a todos los fieles para que sean testigos y participen mediante el darshana.

Bibliografía

VV.AA., La escultura en los templos indios: El Arte de la Devoción, Fundación "La Caixa", Barcelona 2007

Artículo publicado en Febrero de 2018 en la Revista Digital "Qué Aprendemos Hoy".

© Ramón Muñoz López