Artículos de Arte

Faber est suae quisque fortunae

La Dinastía Gupta

Hacia la segunda mitad del siglo III d.C., surge una nueva dinastía en la India, que sucede a la Dinastía de los Kushana, es la dinastía Gupta, la cual haciendo frente a las continuas invasiones en la cuenca del Ganges, da lugar a una de las épocas más gloriosas del arte en la India entre el 320 y el 550 d.C.

Hahraja Gupta, entre el 250 y 300, fue el fundador de esta dinastía feudal de la que se sabe muy poco. Su nieto, Chandragupta I, desde el 320 al 330, se proclamó como soberano absoluto, e inicia la auténtica era Gupta instaurando su capital en Pataliputra (la misma de la Dinastía Maurya). Por su matrimonio con la princesa Kumaradevi, heredera del Reino de Lichchavis, el monarca extendió su poder sobre Bihar, ampliándolo más tarde hasta la región bengalí y la llanura del Ganges.

Su sucesor, Samudra Gupta (328-376), tiene los principales hechos que realizó inscritos en una columna de Ashoka en Allahabah, en los que se narra la consolidación del poder gupta en el Norte, así como la penetración en India meridional tras las derrotas consecutivas de nueve reyes, hasta que una coalición de varios príncipes indios meridionales frenó su expansionismo. Durante su reinado el territorio se amplió muchísimo consolidándose hacia el Norte y el Sur.

Dinar de Samudra Gupta, siglo IV

A la muerte de Samudra Gupta, el imperio atravesó un periodo de decadencia del que fue sacado por Chandra Gupta II (376-415), llamado Vikramaditya (Sol de la fuerza y del valor), que representó la época dorada del periodo Gupta. Gracias a sus campañas, diplomacia y valor, su imperio, entre dominios directos, reinos sometidos y protectorados, llegó a extenderse por todo el triángulo territorial entre el Himalaya, al Noreste, el río Indo, al Noroeste, y los montes Vindhya, al Sur.

Bajo el reinado de su hijo, Kumasa Gupta I, y la esposa de éste, Dhruvadevi (415-455), se mantuvo todavía un Estado gupta floreciente que era una superpotencia regional comparable a Irán o Bizancio en el Imperio romano de Oriente. Más tarde, con otros reyes gupta, hacia el 490 d.C., se sitúa el fin de la dinastía con la invasión de los hunos heftalitas que desmembraron el territorio.

Durante estos 200 años de estabilidad social, tolerancia religiosa, paz continuada y enriquecimiento económico debido al comercio transcontinental vinculado a la Ruta de la Seda, se produce un florecimiento cultural y artístico que da lugar a unos de los periodos más brillantes de la India, en donde destacan el dramaturgo Kalidasa, la escuela escultórica de Sarnath, o las pinturas de Ajanta, no en vano llamadas la "Capilla Sixtina de Oriente".

Izq.: Buda de Sarnath, siglo V, Museo de Sarnath, India

Drcha.: Cueva de Ajanta nº 1, Vihara, Escena 12 con el  Principe Kalyanakarin, India

Los libros épicos sagrados hindúes, el Mahabarata y el Ramayana, tomaron su forma definitiva en esta época. Kalidasa, el más grande poeta y dramaturgo indio, escribía sobre el amor, la aventura y la belleza de la naturaleza.

La universidad budista de Nalanda, en el estado indio de Bihar, tenía el impresionante número de 30.000 estudiantes, y hasta tal punto era su fama que muchos extranjeros iban allí para estudiar, como el monje chino Fa Xiang que luego llevó sus enseñanzas a China.

En arquitectura, uno de los monumentos gupta que más destaca por su grandiosidad, es el ornamentado templo Mahabodhi en Bodhgaya, el lugar donde el Buda consiguió la iluminación, mientras que el misterioso Pilar de Hierro de 7 metros en Delhi (que hasta el día de hoy no muestra la mínima señal de oxidación) es un logro metalúrgico sobresaliente.

Izq.: Templo Mahabodhi en Bodhgaya, India.

Drcha.: Mezquita Quwwat-ul-Islam y el Pilar de Hierro, Delhi. 

En ciencia, el astrónomo Aryabhatta demostró, entre otras cosas, que la Tierra gira alrededor del Sol y rota sobre su propio eje, mientras que el tratado astronómico y matemático conocido como el Surya Siddhanta contiene una definición de la función del seno usada en trigonometría. Sin embargo, lo más significativo fue el desarrollo del sistema numérico decimal y el uso del cero, innovaciones que después fueron recogidas por los matemáticos musulmanes y finalmente llegaron a Europa.

En cuanto a la religión, en esta época se dan los primeros pasos de lo que luego en el siglo VI, daría lugar a un sorprendente renacimiento del brahmanismo, que cobra la nueva aceptación de "hinduismo". Un conjunto de creencias y prácticas religiosas que renacen con una fuerza insospechada apoderándose de todas las expresiones de la vida y poniendo fin al mundo cosmopolita y exquisito de los Gupta.

Debido a este renacer del brahmanismo, y a la cada vez más intelectualización y dejación proteccionista del budismo por parte del poder, hará que éste en el siglo VIII, desaparezca de la India.

Bibliografía

Fernández del Campo, Eva, El arte de India, Ed. Akal, Madrid, 2013.

VV.AA., L'âge d'or de l'Inde Classique, L'Empire des Gupta, RMN, París, 2007.

Artículo publicado en Junio de 2016 en la Revista Digital "Qué Aprendemos Hoy".

© Ramón Muñoz López